Luis

Tesoros Efímeros: En Busca de los Recuerdos Perdidos

Hoy vuelvo a recordar esos momentos que atesoro en lo más profundo de mi memoria. Contemplo esos momentos y experimento alegría. Pero aquí está el dilema: cuando los llamas, ese sentimiento de felicidad desaparece como una hoja arrastrada por el viento.
El recuerdo parece desaparecer sin rumbo, escapando hacia un destino desconocido. ¿A dónde van ellos? No sé su paradero exacto. A veces me pregunto si los he dejado a su suerte en lugar de buscarlos, provocando que se pierdan en algún rincón lejano de mi mente. Es un acto de abandono, pero también un misterio, porque no estoy seguro de cuándo ni dónde los volveré a encontrar.
La vida adulta me ha llevado por un camino diferente, alejado de los momentos felices que tuve cuando era niño. Sin embargo, a pesar de las responsabilidades que han pasado y del tiempo que ha pasado, nunca he dejado de anhelar recuperar esos fragmentos de mi pasado.
A menudo me pregunto si podré retener estos recuerdos, si podré encontrar una manera de revivir la alegría que experimenté. Incluso cuando se desvanecen en el abismo de mi memoria, los siento como parte fundamental de quién soy, lo que me impulsa a seguir buscándolos, incluso si su paradero sigue siendo un misterio.
Quizás, en algún momento, los vientos de la nostalgia me traigan de vuelta esos preciosos momentos y pueda volver a apreciarlos con tanta fuerza como lo hacía cuando era niño. Ahora, los dejo reposar en algún rincón lejano de mi corazón, esperando pacientemente el día en que vuelvan a iluminar mi vida con su breve pero eterna luz.