4MyLove

Fantasies diary
2019-04-18 18:38:46 (UTC)

Mundo sumiso Pt.1

Aquél fue otro gran día, de aquellos que con el primer aliento en la mañana me lleno de energías, ánimos y una sensación enorme de poder y control sobre mi futuro y mi bienestar.
Desperté caliente, con la tula tiesa y olorosa. Mis 40 centímetros de embutido eran sin duda una de las principales razones de porqué despertaba tan bien cada mañana.
Luego de despertar, aún recostado en la cama, empecé a pajearme con ambas manos, una en los cocos frotándome las pelotas y la base del pene y la otra recorriéndola de arriba a abajo.
Seguí así un rato, pajeándome, enfocándome en cada del sensación que mis dedos y palma producían a lo largo de mi pico, sin imaginar ni pensar en absolutamente nada, solo sintiendo.
Estaba realmente caliente, y la tenía más gruesa que de costumbre, y dura como piedra, completamente. Estaba tan dura que sentía mi verga podría romper murallas de concreto solo penetrándolas, y sabía que no podía desperdiciar una oportunidad tan caliente como esta.
Este pico necesitaba destrozar el horto de una puta, pero no podía ser una puta cualquiera, debía ser una puta pequeña, una puta virgen con la zorra apretada para desgarrarla con tan solo meterle 10 centímetros de carne y que siga viva después de perforarla con los 30 restantes.
Esta puta tenía que ser liviana y delgada, tal que pudiera agarrarla de su cintura y levantarla por los aires sin ningún problema para perforarle el choro tan duro, profundo y rápido como se me antoje. Se la misma forma le desgarraría el culo, masturbándome con sus agujeros como si esta puta fuera una extensión de mis manos.
Pero eso no era suficiente para mi colosal pico, esta puta además tenía que aguantar 12 horas ensartada en mi pico, con mi pedazo dentro de ella, ya fuera
por el culo, por la zorra o por su garganta. 12 horas con el pico dentro en todo momento, en el transporte público, en el mall, en el parque, en la vía pública, etc. Para que esto fuera posible faltaba un último requisito de esta putita especial: debe permanecer ensartada en mi pico solo con el poder y dureza de mi erección, yo me encargaré de tenerla dura y parada todas esas horas taladréandole los hoyos constantemente. Con todos los requisitos listos en mi mente, decidí a salir a buscar a esta puta a la calle y comenzar a romperla cuando antes.
Quería ir al grano, así que aproveché el buen clima, pesqué el auto y salí sin ropa, con la tula bien parada y en dirección al centro comercial ya que está lleno de todo tipo de putas, solo debía tener cuidado con las que estaban siendo llenadas de semen por otros.
A los pocos metros de salir de la casa vi desde el auto a la primera puta del día, estaba desnuda, completamente cubierta de semen y siendo perforada por la boca y el culo simultáneamente, esos tipos la estaban martillando realmente duro, como si el mundo se fuera a acabar. Se notaba que la mujer ya no tenía noción del tiempo y el espacio, tenía la mirada perdida en el vacío, tal como yo quería dejar a la mía. Los hombres seguían penetrándola a la vez sin ningún tipo de consideración, ella era solo un bulto de carne inerte, ya no estaba sintiendo absolutamente nada. Por la cantidad de semen que la cubría, diría que fue eyaculada al menos 20 veces, sin contar todo el semen que debió tener aún en cada uno de sus agujeros, qué puta.
Seguí mi camino al centro comercial, intentándo no dejarme llevar por todos aquellos trapos sucios tirados por la calle, algunos aún siendo utilizados.
Me bajé del auto apenas llegué al estacionamiento del centro comercial, estaba demasiado caliente y tenía que ir en búsqueda de mi princesa ensartable. Habían pocas minas siendo culeadas en los alrededores, aunque era de esperarse, el show principal ocurre dentro del centro comercial.
Cuando me dirigía a la entrada vi una pareja interesante, una puta en cuatro siendo destruida por detrás mientras gritaba de dolor. El sujeto le aplaudía el culo con cada estocada, eran un real concierto del sexo.
Para no quedarme con las ganas me acerqué a aquella perra y me puse en frente de ella mirándola hacia abajo mientras le destruían el culo. Tenía intenciones de disfrutar un poco del día a día antes de seguir con mi travesía.
Esta puta era una rubia bellísima, de unos 19 años, una boca extremadanente pequeña, un culito mediano pero muy redondito y unas grandes tetas que me daban ganas de apretar hasta hacerlas explotar. Su cara llena de semen y el pelo estropeado solo la hacían verse aún más exquisita. El hombre en su culo, de unos 40 años, de pecho y brazos peludos, estaba haciendo un excelente trabajo logrando que meneando a la puta de adelante atrás con cada perforación.
Me miro a los ojos mientras le reventaban por detrás y comenté:
- "Qué tenemos aquí, una traga semen de primera y ansiosa de una penetración doble." La puta miro entre mis piernas y empezó a sonreir. Sin decirle nada más, abrió la boca, sacó la lengua y siguió mirándome fijamente a los ojos:
- "Vas a arrepentirte, perra, una vez que te atragante con mi pico, voy a desgarrarte la garganta hasta sacar el alma de tu cuerpo". Le dije mientras le empuñaba el pelo con mi mano derecha, preparándome para embestirle la boca.
El sujeto detrás de ella se detuvo unos segundos, me miro, le dió una palmada fuerte en el culo, acomodó una de sus manos en el hombro de la puta y la otra la mantuvo en la cintura, y siguió culiándosela lo más profundo que podía, con furia, mientras decía:
- "Me la encontré hace un par de semanas. Vi su culo a lo lejos un día conduciendo mi auto, y sabía que estaba hecha para romperle el horto diariamente. La subí a mi auto y me la lleve a casa para taladrearla, no puso casi nada de resistencia. Estuve 3 días seguidos llenándola de semen en casa, me la culiaba como 15 veces al día, por todos los rincones de la casa. A esta puta le gusta que le hagan de todo, le reventé la zorra, el horto y la garganta, le llené todos los hoyos con moco, varias veces, muchas veces. Sin duda lo que más me gusta de esta puta es como grita. Mira esto"
El sujeto le saco el pico del hoyo, tenía un buen miembro, de unos 18 centímetros y casi tan gorda como la mía. Acomodó sus brazos y sus piernas para embestirla de una manera brutal y hacerla gritar aún más, como a él le gustaba que la puta gritase.
Le puso la punta del embutido en el ano, luego cerró los ojos y guardó silencio unos segundos mientras calmaba su respiración, casi como meditando. Al abrir los ojos cambio su expresión completamente, tenía una cara de indignación y odio, y empezó a perforar a la puta rubia como nunca antes había visto en mi vida.
La puta empezó a gritar desde el alma con cada estoque, desgarrando su garganta al hacerlo. Al ver esta escena sentía como mi verga se volvía de hierro puro.
El hombre le machacó el culo por aproximadamente 2 minutos, luego siguió:
- "Me culié otro par de putas pero ninguna grita tanto como esta. Desde entonces la llevo a diferentes lugares para compartirla, contigo hoy serán 10 que le follan la garganta, pero su culo es solo mío".
No le respondí nada, pero pensé que dos semanas con la misma puta era demasiado, yo cambiaba las mías diaramente, mi pico de 40 centímetros las dejaba inutilizables, la última puta la dejé anoche en la cama con el culo roto. Luego de culiarlas un día completo pierden la magia: dejan de gritar, dejan de llorar, dejar de luchar para que no las perfores tan duro. En fin, al parecer él no tiene el mismo problema que yo.
Salí de mis pensamientos y volví a al realidad, seguía con la cabeza de la puta en mi empuñadura, a mi merced, lista para ser destruida oralmente. El sujeto aprovechó de tenía a la puta en mi mano, así que agarró sus delgados brazos y los puso violentamente tras su espalda, se afirmó fuerte de ambos brazos sin darle opción de moverse y empezó a embestirla aún más rápido y brutal que antes, mientras los aplausos de sus estocadas con el culo de la puta se hacían más y más fuertes, más y más excitantes.
Sin perder más tiempo, la agarré de la cabeza con la otra mano y empecé a penetrarla por la boca mientras gemía por la destrucción anal que le estaban dando.
- "Aahhrgg...warrgh...wahhggg...waaaahg....waaargh"
El sonido que hacía su culo desgastado en conjunto a sus arcadas era una real obra de arte, me hacía perder la cabeza, solo pensaba en romperle la garganta y en llenarla de semen.
Respire profundo, la agarré la cabeza lo más fuerte que pude, aguanté la respiración y empecé a taladrearla brutalmente por la boca con todo lo que tenía mientras yo mismo gemía con tal cantidad de esfuerzo que estaba haciendo.
Con cada estocada intentaba llegar aún más profundo en su garganta, pero era difícil, solo algunas putas aguantaban el diámetro de mi verga.
Habían recién unos 10 centímetros dentro de su boca, no era suficiente.
- "Te haces llamar puta y ni siquiera puedes tragarte más de 10 centímetros? Estaba siendo gentil, pero las putas de mala calidad como tú necesitan brutalidad para hacer las cosas bien" Le dije alzando la voz y tirándole el pelo para destacar ciertas palabras.
El sujeto en su culo apenas se detenía a descansar, al parecer estaba demasiado acostumbrado a romper hortos de putas como esta y podía aguantar por horas, tal como yo.
Volví a mis intenciones con la puta rubia, nuevamente afirmé su cabeza firmemente y a embestirla por la boca, pero esta vez enfocándome en la profundidad.
Cada embestida era rápida, pero cada una muy alejada de la siguiente. Al final de cada estoque, apretaba mi culo para darle más tensión a mi verga y movía su cabeza con ambas manos para hacer calzar la forma de su garganta con mi miembro y hacerla entrar más y más.
Mantuve mi pico en su garganta con brutalidad y violencia mientras seguía haciendo presión para que entrara:
- "Abre más perra, relaja al garganta de una puta vez, la quiero toda dentro de ti"
Continúe con los estoques, haciendo cada vez más presión. Los ojos de la puta a esa altura ya estaban blancos, completamente desincronizados uno del otro, su alma ya estaba saliendo de su cuerpo con cada estocada.
Pero a pesar de mi esfuerzo solo logré hacer entrar un par de centímetros adicionales. Si esta perra no podía aguantar mi pico, cómo encontraría una putita pequeña que sí?
Ya había perforado las gargantas de otras putas con la totalidad de mi carne, esta no sería al excepción. Preparé el último estoque y embestí con toda mi potencia.
Fueron 10, 11, 12... entre más presión hacía más entraba mi pico, y sus ojos más cerca estaban de desvanecerse en el abismo.
- "Arrhh...vamos...puta...tragaaaa..tragaa...." Continué mientras seguía presionando mi sable en su garganta. 15..17...20. La mitad de mi pico estaba en su garganta, estaba realmente feliz, esta puta lo había conseguido.
Seguí penetrándole la garganta para hacer que esos 20 centímetros de profundidad se volvieran su mejor amigo. Su mirada ya estaba completamente en otro mundo, y su alma había ascendido a otra dimensión.
El sujeto en su culo empezó a gemir, estaba listo para llenarle el horto de leche.
En mi caso, seguí perforándole la garganta, con su alma fuera del cuerpo, sería mucho más fácil asfixiarla con la completitud de mi pico. Le dí el ultimo estoque brutal y... eureka ! Ya podía deslizar mi pico por completo a través de su garganta.
Quería ver la cara de la puta llena de mí, hasta los cocos. Le metí el embutido entero y le presioné la cabeza a mi cuerpo para que no perdiera ni un solo milímetro de mi verga. Así la mantuve un rato, le agarré el cuello con mi mano derecha para sentir mi pedazo en su tráquea, era algo maravilloso.
Le saqué el pedazo casi por completo y se lo introduje, se lo volví a sacar, y se lo volví a introducir, lentamente, sintiendo con cada penetración como se le deformaba el cuello cuando me pico iba y venía.
Cuando la tenía toda en su garganta, le solté la cabeza, quería ver si mi erección era capaz de aguantarla. Era efectivo, mi amigo era capaz de aguantar la mitad de una puta, por que la otra mitad la estaba aguantando sus piernas junto al hombre que seguía reventándole el culo con furia.
Estaba satisfecho con mi logro, pero sabía que esto recién estaba comenzando, ahora sí, de una vez por todas, con mi mejor amigo más duro que nunca, estaba listo para desgarrarle la gartanta a esta puta barata. Ansioso de culearla por la boca, tan brutalmente como aquel hombre le rompió el culo, hasta que recupere la conciencia y vea lo puta que es tragándose mi pico por completo.




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