Bo.

War of Jesters.
2004-08-17 18:58:34 (UTC)

La que Abre las Puertas del Cielo.


En una dulce noche, frente a la ventana, veo cientos de
estrellas fugaces que van a ir a caer en las suaves
mejillas de los niños que duermen en sus cunas, y las
nubes se vuelven helado de nieve, y las estrellas danzan
colgadas de sus hilos celestiales. La dama de la noche
extiende su manto azul sobre nosotros, y se sienta a
escuchar la música de la Luna.

En un fresco día, el aire parece más un recuerdo de una
jugosa sandía, y el cielo celeste hace gala de su tamaño y
nos enseña orgulloso su estampado de nubes blancas y
dispersas. Tantos niños juegan afuera que sus risas
estallan como burbujas en el ambiente, y los colores
rebotan en las caras de los adultos que olvidan
rápidamente su pasado, mas no su futuro.

Pero es justo cuando está a punto de amanecer, que aparece
una figura femenina, de piel blanca y cabellos largos y de
un rosado pálido. Primero vuelve a ver a la tierra, y
luego atrás de ella. Entonces con su serena sonrisa
empieza a peinarse, y el rosado de sus cabellos inunda
todo el celaje. Después extiende sus brazos, y abre las
puertas del cielo. Rayos de sol se empiezan a filtrar, y
pasa un joven dorado montando un corcel. Saluda a la dama
y prosigue a llamar al día. La dama entonces se despide de
nosotros y así, tan rápido como llega se va. Pero es ella
y es su belleza la que sabe quienes somos antes de ser y
después de soñar. Es ella la que se lleva nuestros sueños
para seguir hilando su pelo. Y yo logré verla, por lo que
me hizo el mejor regalo de todos, y me cedió un pedazo de
su sonrosada luz, que vive ahora oscuro en mi cuerpo,
hasta el momento que vuelva la dama a visitarme de nuevo.

No es la noche ni el día lo que nos hace ser lo que somos,
sino el instante cuando nos volvemos inexistentes, y ni la
luz ni la oscuridad saben donde estamos, ni saben cómo
llegar a nosotros.


Mørk.




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